- Cuando era chico.- "En esa casa yo jugaba a los piratas con los hermanos José Luis y Marina Sucar. Eran ideales sus pisos de parquet siempre lustrados". (Eduardo Komaid, periodista).
- De catálogo.- "La casa Sucar integra desde el 91 el Catálogo Municipal de Patrimonio Urbano Arquitectónico (realizado con la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos) con la ficha Nº 56, con grado 1 de Interés Municipal y categoría A de grado de protección". (Aldo Misuriello).
- Un príncipe italiano.- "Mi padre solía contarme que en agosto del 24 vino a la Argentina el príncipe de Saboya, heredero de la corona italiana, que luego sería Humberto I. No había dónde alojarlo, y Sucar cedió el palacete. El Gobierno le puso a disposición coches de plaza y un auto (debe haber sido un Ford -T). Se alojó en la casa dos o tres días. Había venido interesado en conocer los cerros y la industria azucarera. Al atardecer hombres y mujeres se ponían sus mejores galas y se agolpaban enfrente de la casa para ver al príncipe cuando salía". (Eduardo Komaid).
- Oasis de la ciudad.- "Ese oasis de la ciudad debería ser lo que fue en los últimos años. Al gobernador le sugerí que se la expropiara para generar un Centro de Cultura Universal, porque en esta casa, habiendo sido hecha por inmigrantes, sería importante hacer un homenaje a lo mucho que significa la inmigración". (Carlos Duguech).
- Adoquines de madera.- "La calle Salta era, en los años 20, según mi padre, un bulevar con adoquines de madera. Pasaban los carros, se les caían los clavos y quedaban expuestos. Era una calle amplia, llena de naranjos, con muy pocas casas, y la casa Sucar rivalizaba en importancia con el palacio de al lado". (Eduardo Komaid).